SukaSuka – Volumen 3 – Capitulo 2 – Parte 1

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Capitulo 2: Incluso si el sol se oculta
Parte 1: Muy por debajo del cielo estrellado

Hace mucho tiempo, la vida floreció en la superficie. Los árboles formaron magníficos bosques, los animales deambulaban libremente, y muchas razas comenzando por los Emnetwyte tenían sus propias formas de vivir. Esa prosperidad fue repentinamente perturbada por las que más tarde serían conocidas como las ’17 Bestias’. Aparecieron de quién sabe dónde y simplemente destruyeron cada forma de vida en la superficie. Los Emnetwyte cayeron, junto con los Dragones, Moleians y Elfos. Solo los pocos que se las arreglaron para escapar al cielo apenas lograron conservar sus vidas.

Desde entonces, más de quinientos años han pasado. El único mundo que queda para los sobrevivientes, Regul Aire, todavía no se ha hundido. Con la cristalización de la esperanza dejada atrás por los Emnetwyte, los Carillones, continuaron repeliendo desesperadamente las repetidas invasiones de las Bestias, arrojando las efímeras vidas de chicas jóvenes en cada oportunidad.


El interminable retumbar del reactor sacudía continuamente los cuartos inferiores de la aeronave. Esto es definitivamente malo para la salud, pensó Nopht mientras se alejaba de la ventana. Más allá del cristal solo había oscuridad pura y el reflejo de una niña devolviendo la mirada con una expresión malhumorada. Tal concurso de miradas proveía poco entretenimiento.

“¡Ahh maldición! ¡Estoy aburrida! ¡Aburriiida!”

Se lanzó de espaldas hacia su cama y agitó sus piernas en el aire. Por supuesto, ella sabía que hacer un berrinche no cambiaría nada, pero su cuerpo quería moverse.

La aeronave en la que viajaba, la aeronave de reconocimiento terrestre Saxifraga, sobrevolaba a una altitud de unos cincuenta malumel sobre la superficie. Su altitud era suficiente para salvaguardarlos de los ataques de las Bestias, quienes no podían volar por su cuenta. Pero a veces, la seguridad puede llevar al aburrimiento.

“¡Se suponía que la superficie rebosaba de romance y aventura! ¡¿Dónde están las princesas Falcon rodeadas de cientos de Bestias esperando a que un príncipe las salve?! ¡¿Por qué no encontré montañas de tesoros cuando excavé en esa estúpida arena gris?! ¡¿Dónde están los fantasmas de los reyes bandidos?! ¡¿Dónde están las Bestias?!”

“Nopht, cállate.” Una tranquila voz la regañó.

Girando su cabeza, Nopht vio a Rhantolk sentada en la cama que estaba junto a la suya, leyendo algún tipo de libro.

“¿Qué es eso?”

“Fue excavado ayer. Pensé que podía ser útil para pasar el rato, así que lo tomé prestado del cuarto de almacenamiento.”

Rhantolk siempre sonaba ligeramente enojada. Además de eso, usaba palabras no muy amables. Como resultado, era temida y odiada por todas las pequeñas en el almacén, pero… bueno, si pasabas algo de tiempo con ella no era tan mala. Nopht no iría tan lejos como decir que era una buena persona, pero bueno, Rhantolk probablemente pensaba lo mismo de Nopht.

“Así que es un libro antiguo. ¿Puedes leer esa cosa?”

Nopht envolvió sus brazos en Rhantolk desde atrás y miró sobre su hombro. Como esperaba, era un libro. El color se había desvanecido un poco, pero la forma estaba intacta en su mayor parte. No mostraba signos de estarse desmoronando. Debió estar en un lugar con las condiciones adecuadas para ser preservado tan bien. En cuanto al contenido, por supuesto todo lo que Nopht podía ver eran símbolos sin significado alineados en las páginas.

“Mm… solo entiendo algunas palabras,” respondió Rhantolk mientras agarraba una galleta. “Aunque no lo suficiente para entender con precisión el contenido. Simplemente trato de juntar las palabras y uso mi imaginación para intentar adivinar el significado. Es un rompecabezas para pasar el rato.” Ella se veía un poco más irritada de lo normal por el pesado objeto apoyado en su espalda.

“Ooh. ¿De qué se trata?”

“Ya te dije que solo estoy adivinando.”

“Está bien, entonces dime tus suposiciones. Extender las alas de la imaginación y descifrar antiguos registros se siente como una aventura.”

Rhantolk suspiró e hizo una cara que Nopht conocía bien. Significaba que ella le seguiría pacientemente la corriente a Nopht a pesar de quejarse.

“Los Emnetwyte no deberían haber existido. Su creación fue el primero y más grande error de los Visitantes.”

“¿Huh?”

Te lo dije, esa es solo mi suposición después de mirar esto. Basándome en la introducción, la primera parte probablemente trata sobre eso.”

“Hm, entonces si ese libro fue encontrado en ruinas Emnetwyte, ¿significa que algunos de ellos reconocieron que eran malvados?”

“Sí, pero aparentemente esa creencia era tratada como tabú entre los Emnetwyte de ese tiempo. Para comparar con el actual Regul Aire, puede que haya sido algo como la creencia de la ascensión.”

La creencia de la ascensión. Nopht había oído de ella. Sus defensores creen que Regul Aire no es más que un punto transitorio, y que la vida un día debe separarse aún más de la contaminada superficie y ascender hacia las estrellas… o algo así. Por supuesto, solo creerlo no hace daño a nadie, pero algunos radicales han robado o modificado aeronaves ilegalmente, así que en muchas islas flotantes esta creencia está mal vista.

“Y entonces…” Rhantolk deslizó sus delgados dedos sobre las páginas. “Los humanos… no… las Bestias fueron liberadas y la verdad ceniza… ¿cubrió el mundo?”

“Ooh.” Nopht se inclinó adelante por la emoción, lo que significaba poner más peso sobre la espalda de Rhantolk.

“Nopht, eres pesada.”

“Habla de cómo la superficie fue destruida por las Bestias, ¿verdad? Genial, es como una profecía.”

“Hm, no lo sé. El libro parece haber sido producido en masa, y parece ser un libro para niños o algo parecido. Así que tal vez las Bestias fueron hechas después para encajar con los contenidos de este libro.”

“Ya veo.”

Nopht agarró una de las galletas que Rhantolk estaba sosteniendo. Como simples raciones del ejército, definitivamente no podían ser llamadas deliciosas, pero eran suficiente para satisfacer un estómago vacío.

“Hay más… los dieciséis fragmentos cantan sobre la reestructuración del verdadero mundo y la salvación del fin… océano y madre, miedo, dependencia, corazón completo… apertura… ¿cierre?”

Nopht parecía confundida. Rhantolk parecía estar diciendo palabras aleatorias que ni siquiera parecían estar relacionadas, mucho menos formar una oración completa. “¿Qué pasó con tu imaginación?”

“Es solo una cadena de palabras separadas. No hay nada que interpretar o imaginar–”

Un golpe sonó en la puerta.

Frunciendo el ceño, Nopht se bajó de Rhantolk y caminó hacia la puerta.

Ellas eran invitadas especiales en esta aeronave. Todos a bordo sabían eso. Nadie intentó hablarles o acercarse a ellas, y por supuesto, nadie había visitado su cuarto. Una excepción seguramente significaba que había algún tipo de peligro extremo con el que solo ellas podrían lidiar. Sin embargo, la aeronave parecía demasiado calmada para eso. Nopht escuchó atentamente, pero no pudo oír gritos o artillería, solo el zumbido del reactor.

“Adelante, no está cerrado,” dijo cautelosamente al visitante detrás de la puerta. El pestillo giró.

“¿Es este el cuarto de las escoltas?” Un hombre Borgle apareció en la puerta. Él claramente favorecía la durabilidad y practicidad sobre la moda en sus ropas. No era un soldado, a juzgar por su falta de uniforme, pero tampoco parecía un comerciante. “Quiero hablar con las escoltas enviadas para protegernos de las Bestias… ¿ustedes son las únicas aquí?”

“No sé quién eres, pero por favor vete,” dijo Rhantolk en una fría voz. “Los miembros de la expedición tienen prohibido interactuar con nosotras. No deberías haber sido capaz de siquiera acercarte a este cuarto. ¿Qué están haciendo los guardias?”

“Ah, sus deudas conmigo por los juegos de cartas se han apilado con los años. Simplemente se los pedí y ellos miraron a otro lado,” dijo el Borgle con una sonrisa mientras se adentraba en el cuarto. “Oh, olvidé presentarme. Soy Grick. Solo soy un salvador regular, pero fui contratado por Orlandri para actuar como consejero en esta expedición. En realidad nunca había hecho este tipo de cosas antes, pero simplemente me dejo llevar… entonces, ¿cuáles son sus nombres?”

“¿Pensaste que te lo diríamos? Además, nunca preguntamos el tuyo.” Nopht agitó su mano echando al hombre.

“Si acabas de ser contratado para esta misión, entonces tienes aún más razones para no romper las reglas de la compañía.” Rhantolk continuó el gesto de Nopht.

“Quiero decir, solo quería al menos saludar a la gente a la que voy a confiarle mi vida.”

“¿De qué hablas anciano?” Nopht lo miró con sospecha. “Las únicas viviendo aquí somos nosotras. Como puedes ver, somos un par de chicas sin marcas. ¿Parecemos guerreras capaces de defender esta nave de las terroríficas Bestias?”

“Bueno, para ser honesto no acabo de creérmelo, y realmente no quiero creerlo, pero…” El Borgle señaló al paquete envuelto en tela recostado contra la pared. “Escuché sobre señoritas blandiendo Armas Excavadas. Leprachauns, ¿verdad?”

“¿Cómo sabes todo eso?”

“Simplemente lo escuché de un amigo el otro día… por cierto, aún no tengo edad suficiente para ser llamado anciano…”

“Bueno, de seguro eres más viejo que nosotras.”

Grick aún no parecía muy convencido. “Como sea, les traje un pequeño regalo. Imaginé que no habían comido apropiadamente en un tiempo, estando en la superficie y todo eso. Tengan, es pastel de carne que compré de un carro en el puerto de la 31º Isla justo antes de partir.”

Él colocó un pequeño paquete en la mesa. La mirada de Nopht fue involuntariamente atraída a él; su boca comenzó a babear y su estómago retumbó ruidosamente. El anciano tenía razón. Desde que dejaron Regul Aire hace poco más de un mes para proteger esta expedición, solo habían comido raciones como carne seca o galletas, cosas que no se pudrieran, no ocuparan mucho espacio y no tenían ningún sabor. Nopht ansiaba una comida apropiada.

“Si van a estar en la superficie por un tiempo, tienen que prestar atención a la comida. Es sentido común para nosotros los salvadores. Aunque parece que quien haya planeado esta expedición no entendía eso. Oh, hice que el cocinero pusiera algunas hierbas fuertes en el pastel para ayudar a mantenerlo fresco, pero sería mejor comerlo pronto.”

Nopht podía sentir la emoción en su garganta. Pero, no podía rendirse a sus deseos. Reuniendo toda su fuerza de voluntad, apartó sus ojos del paquete y miró al Borgle.

“Eres gracioso. Realmente crees que un soborno tan simple–“

“Muy bien, comamos.”

“¡¿Rhan?!” Nopht volteó sus ahora llorosos y desconcertados ojos hacia su amiga. “¿Qué estás haciendo? ¡No podemos aceptarlo!”

“Huele delicioso y todo lo que hemos comido el último mes son galletas. Esta es una tentación que no puedo resistir.”

“¡Lo sé, lo sé, pero aun así!”

“Los gustos de los Borgles difieren bastante de los nuestros, así que si no lo comemos se desperdiciará.” Dijo Rhantolk con una sonrisa. “Además, no tenemos mucho que hacer por el momento, así que una pequeña charla no haría daño, ¿verdad?”

Nopht se dio por vencida. No importaba lo que dijera ahora, no haría diferencia. Una vez que Rhantolk mostraba esa malvada sonrisa, nada podía hacerla cambiar de parecer. Hace alrededor de medio año, ella incluso le ganó a esa obstinada de Chtholly en una discusión.

Chtholly.

Un nombre en el que Nopht no quería pensar apareció en su cabeza. Alguna parte dentro de ella comenzó a doler. Chtholly era su compañera, su irritante sénior, alguien con quien siempre podría tener una pelea amistosa, y finalmente, un miembro de su familia que nunca volvería a ver.

Mientras Nopht y Rhantolk habían estado paseando por la superficie, la fecha predicha había pasado. Un Timere especialmente grande había atacado las islas flotantes, Chtholly fue a la batalla, y entonces lo mató a cambio de su propia vida. Todo de acuerdo al plan. Ese era su trabajo como Leprachauns. No había nada que temer o lamentar. Solo hizo sentir a Nopht un poco solitaria, sabiendo que cuando ellas terminaran con esta expedición y regresaran a casa, esa ruidosa y molesta chica de cabello azul ya no estaría ahí.

“¿Nopht? ¿Pasa algo?”

“… nada. Si quieres comer, entonces adelante.” Nopht una vez más se recostó en su cama. Le dio la espalda a los otros dos en el cuarto, no queriendo mostrar su expresión actual.

“Lo estoy comiendo…”

“Deja la mitad para mí.”

“De acueerdo. Bueno, como sea, Grick, ¿verdad? Fuiste convocado como un consejero, así que asumo que has sido un salvador por bastante tiempo.”

“Es correcto. Creo que soy relativamente experimentado comparado a la mayoría.”

“¿Entonces te has encontrado a una Bestia?”

Nopht sintió un escalofrío en su espalda por la mención de esa palabra.

“Veamos…” Grick presionó sus dedos contra su frente mientras cavaba en sus recuerdos. “He sido atacado por una segunda, tercera y sexta. También he visto a la quinta y la undécima, pero solo desde lejos.”

“¡¿Tantas?!” Nopht se sobresaltó y exclamó en incredulidad. Sus lágrimas se habían secado y desaparecido de alguna manera. “¡Nosotras solo hemos pelado contra la sexta, el Timere!”

“Bueno, no es como si peleara de frente como ustedes señoritas. Solo corrí y apenas escapé con vida.”

“Pero aun así, es justo decir que sabes mucho más sobre las Bestias que nosotras.” Retomó Rhantolk después de la breve interrupción de Nopht.

“No diría que sé tanto. ¿Tienen algo que preguntar sobre las Bestias?”

Mientras quitaba el envoltorio del pastel de carne, Rhantolk comenzó su pregunta en una voz tranquila. “Siempre me pareció extraño. Han pasado quinientos años desde que fuimos expulsados de la superficie. Desde entonces, hemos vivido con miedo a las 17 Bestias. La historia de Regul Aire es esencialmente el registro de cómo hemos continuado evitando de alguna manera los colmillos de las Bestias. A pesar de eso, apenas sabemos algo sobre ellas.”

Aquí va de nuevo, pensó Nopht. Rhantolk era inteligente, o al menos más que Nopht. Lo que significaba que estaba más acostumbrada al acto de pensar y era mejor para encontrar cosas adecuadas en las que pensar. También significaba que algunas veces ella no podía evitar hacer preguntas hasta encontrar una respuesta satisfactoria. En la opinión de Nopht, era mejor simplemente no pensar sobre cuestiones que no tenían respuesta.

“… ¿qué son exactamente las Bestias? Me gustaría escuchar sus pensamientos sobre el asunto.”

Rhantolk siempre pensó sobre cosas en las que no necesitaba pensar y quería saber cosas que no necesitaba saber. Con su curiosidad completamente encendida, ella miró directo a los ojos color ámbar de Grick.


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